En Infans contamos con un número de WhatsApp destinado exclusivamente a coordinar las peticiones de información; los ofrecimientos de donaciones; las solicitudes de ayuda. Todo se coordina desde ahí. Solo recibe mensajes de texto, eso nos permite ser más ordenados y eficientes.
A diario tenemos la suerte de recibir mensajes de mucha gente que quiere aportar su granito de arena al proyecto. A veces se concreta en algo y a veces no encaja exactamente con lo que hacemos. A todos: ¡gracias!
Cuando recibimos un mensaje de alguien que quiere donar producto, y que vemos que encaja con el tipo de ayuda que nos piden, le contamos un poco el proceso de cómo funcionamos: recogemos el producto directamente en casa del donante, lo llevamos a la Caseta de Infans donde lo limpiamos, clasificamos y preparamos para que esté listo para su entrega tan pronto nos lo pidan. Muchas veces son productoso en perfecto estado, que a lo mejor los hijos del donante han dejado de utilizar, como cochecitos y silllitas de paseo, cunas, … y que estando casi nuevos es una pena que acaben en la basura.
Hace unas semanas, uno de esos mensajes ofrecía una donación muy especial.
Susana había estado en la Farmacia Riaza de Aravaca donde había conocido Infans gracias a una tarjeta del Punto de Recogida Infans que tienen en la Farmacia.
Así conoció Infans y así encontró la solución que llevaba tiempo buscando.

Susana y sus socias tenían una tienda infantil Le Petit Bébé que sufrió un duro golpe con el parón de la pandemia y el confinamiento, y desgraciadamente y con gran tristeza, tuvieron que cerrar, dejando en el camino el proyecto que con tanta ilusión y esfuerzo habían puesto en marcha.
Surgió además el problema añadido de qué hacer con todo el stock de productos infantiles que les quedaba después de cerrar. Un montón de productos nuevos, a estrenar.
El día que conocieron Infans, gracias a aquella tarjeta de un Punto de Recogida, apareció la solución a ese problema: donarían a Infans todo el stock haciendo felices a muchos bebés que iban a recibir una gran ayuda.
Susana nos escribió un mensaje ofreciendo su donación con un inventario de todo lo que nos ofrecían: faldones, gorritos, chaquetitas, patucos, bodys, toallas, albornoces, peluches,… ¡¡UN NUEVO TESORO!!

Quedamos con ella para la recogida en su casa, donde nos estaba esperando con grandísima sonrisa y un montón de cajas de mudanza. A duras penas conseguimos meter todo en el coche y nos fuimos con el valioso cargamento.
Unos días después, vinieron un par de voluntarios a desembalar todas las cajas, clasificar y ordenar todo. A medida que iban abriendo cajas se escuchaban gritos de alegría y sorpresa por lo que iban descubriendo, ¡todo a estrenar!

No tardamos en llamar de nuevo a Susana para agradecer su generosa donación y transmitirle la alegría que había supuesto recibir todo ese producto.
Ella por su parte, nos contó cómo la tristeza que habían vivido en los últimos tiempos por el cierre de su negocio, se había transformado en enorme alegría al saber que muchos bebés necesitados iban a ser un poquito más felices gracias a Petit Bebé.